Los escolares de P5 del CEIP Sa Bodega han podido convertirse en policías por un día, superando distintas actividades y pruebas. | Marina Yeste

La comisaría de la Policía Nacional de Ibiza ha acogido este jueves la visita por parte de decenas de escolares que han podido aprender de primera mano el trabajo diario de los agentes. Una actividad que se realiza periódicamente pero que en esta ocasión está enmarcada en la semana abierta de la administración que se celebra en toda España.

Además de conocer el día a día de un Policía Nacional, esta actividad se realiza también para acercar a la ciudadanía a los agentes desde pequeños. «Nosotros trabajamos desde todas las edades, desde primaria hasta el mundo universitario, pero es cierto que a estas edades se empiezan a formar estereotipos que conviene trabajar. Es necesario que sepan que la Policía no está para regañar, sino para ayudar», señaló Carlos Muñoz, Policía y Delegado de la Unidad de Participación Ciudadana en Ibiza.

Durante esta jornada, los escolares de P5 del CEIP Sa Bodega han podido convertirse en policías por un día, superando distintas actividades y pruebas. Primeramente, los ‘peques’ realizaron una visita por las zonas «más divertidas» de la comisaría, con el propósito de «conocer a los compañeros y compañeras y perder el miedo a hablarles». Tras visitar las instalaciones, han asistido al taller ‘Tu Policía’, donde además de una presentación han podido disfrutar de una obra de teatro interactiva en la que han tratado la gestión de conflictos a través del semáforo de las emociones.

El truco de magia ha sido, sin duda, la actividad más aclamada por los alumnos del centro quienes han ayudado a resolver un caso policial, el primer paso que les acercaba a conseguir el ansiado carnet de policía. «Ha sido muy divertido. Hoy sé que quiero ser policía», señaló María, una de las alumnas del centro. Finalmente y como última actividad del recorrido que les acreditaba como los primeros agentes infantiles de Ibiza, los niños y niñas han participado en una patrulla estática donde han pedido aprender y probar los elementos de un coche de policía, además de trabajar en equipo, uno de los aspectos más importantes. «Es bonito porque ves que de aquí salen respetándonos igualmente pero también con confianza. Se supera esa figura de respeto basado en el uniforme», aseguró Muñoz.

Sin duda, aunque ha sido la primera vez que el centro realiza una actividad así en la comisaría de Policía Nacional, no será la última. «He de decir que me ha encantado la forma que han tenido de transmitir el trabajo a los niños. La parte del truco de magia ha sido brutal», señaló Montse Tur, una de las profesoras de CEIP Sa Bodega. «Muchos niños quieren ser policías y ha sido muy interesante que conozcan su día a día. Si podemos, es una actividad que repetiremos siempre», finalizó la docente Maite Llidó.