Una bandeja de bunyols. | KIKA TRIAY

El postre es una de las comidas que más esperan muchas personas a la hora de comer. Tomar algo dulce para continuar hace que la tarde sea un poco más llevadera y que mejor que tomar unos bunyols ibicencos a la hora del postre o cuando sea, pues no hay ninguna hora establecida para poder disfrutar de este manjar, a partir de la siguiente receta.

Ingradientes:

  • 400 gramos de patata cocida y pasada por el chino

  • 175 gramos de azúcar

  • Una pizca de matalahuga (batafuluga)

  • Tres yemas de huevo

  • El zumo de una naranja

  • 100 gramos de harina

  • Una tacita de agua

  • Media tacita de aceite

Para freír los bunyols:

  • Abundante aceite de oliva

  • 100 gramos de azúcar normal o en polvo para adornar

Preparación:

Primero de todo hay que poner en un cazo el puré que se ha conseguido tras machacar la patata hervida. La patata tiene que estar bien escurrida y fría y en el cazo añadimos el zumo de la naranja, agua, aceite, azúcar, yemas de huevo y la matalahuga (batafuluga). Una vez tenemos todos los ingredientes hay que batir con una espátula de madera hasta que la mezcla quede cremosa y el azúcar quede disuelto.

Una vez tenemos esta masa, se añade la harina poco a poco y, tras conseguir el punto (la masa debe poder cogerse a pellizcos), hay que freír en abundante aceite caliente los bunyols.

Una vez hecho, se escurre bien el aceite y se sirven los bunyols calientes y cubiertos de azúcar. Una receta sencilla para ir directa al paladar y endulzar el día.