El barrio de es Pratet vive desde este viernes sus fiestas de julio. Como este año han coincidido con San Fermín, los integrantes de la Asociación de Vecinos de es Pratet van ataviados de blanco y con el tradicional pañuelo rojo. «Mañana volveremos a la ropa normal» explica entre risas en vicepresidente de la asociación, Pedro Pablo Aragonés. Música, actuaciones y, entre los platos fuertes, un taller de elaboración de herbes dirigido por Marga Prats. El licor ibicenco por excelencia cuenta con miles de admiradores. Muchos intentan introducir en su receta innovaciones pero con les herbes, como con el flaó o el sofrit pagès, la tradición manda. Y es ahí donde personas como Marga tienen mucho que decir.

«Yo hago la receta de mi familia», explica mientras va colocando sobre la mesa los aromáticos ingredientes, «es la receta de mi abuelo. ¡Tiene más de 100 años!». Hierbabuena, salvia, menta, frígola, romaní... La lista es extensa. Marga destaca un ingrediente. Se trata de la ruda, con un olor desagradable y que, recuerda, su abuelo siempre le advirtió de que no la echara en la botella. «Hay gente que la utiliza», señala, «pero no es tradición y, además, estropea la receta».

A Marga le llaman la atención aquellos que hacen les herbes con granos de café y canela. Y es que hay que darle la razón cuando lo explica: «Les herbes son un licor que se hacía tradicionalmente con lo que había en el huerto y en los bosques. ¿Cuándo ha habido en Ibiza café o canela?».

Numerosas personas, casi todas mujeres, esperan a que comience el taller. Marga lo imparte gratuitamente desde hace años y presume de alumnas fieles como María Ramón, que con ocho décadas a sus espaldas no se lo pierde nunca. « Vengo desde el principio», explica entre risas acompañada de su hija, «me gusta mucho. Yo no bebo pero preparo las hierbas y luego las saco en Navidad. Son mis hijos los que se las beben».

«Me encanta todo lo ibicenco», explica después Marga, «doy estos talleres y lo hago gratis. Me da mucha pena que se pierdan nuestras tradiciones y hago esto para que eso no suceda». Con el mismo objetivo imparte, además, talleres de cocina ibicenca. Fanática del cuinat, destaca que tanto en unos como en otros participan cada vez más jóvenes. Algo que puede garantizar la pertinencia de estos sabores. «No quiero que se pierdan», concluye, «así que seguiremos con esto».