Ibiza31/01/24 0:30
Sorprende que el presidente del Parlament no pueda seguir en el cargo en el momento en que se convierte en diputado no adscrito y, en cambio, en el Consell de Formentera no hay ningún obstáculo para que Llorenç Córdoba siga al frente de la institución. Que un presidente que ha sido expulsado de su partido pueda seguir en el cargo de máxima representatividad es una anomalía democrática inadmisible y convendría solventarlo de cara al futuro. En el Parlament sí está regulado, pero no en el resto de instituciones. Convendría revisarlo de cara al futuro.
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