El paso hacia la fase 2 ha despertado mucho interés e ilusión entre los ciudadanos, con ganas de ir recuperando la normalidad y disfrutar de las múltiples posibilidades de ocio que ofrece la Isla. Aunque todavía hay muchos problemas por resolver, sobre todo respecto a la reactivación económica, es una excelente noticia para todos que puedan retomarse las bodas, que abran el interior de bares y restaurantes, que cesen las franjas horarias para hacer deporte o salir con los niños e, indudablemente, que se pueda volver a las playas.
Confusión entre los peatones sobre el uso de la mascarilla
La obligación de llevar mascarillas en los espacios públicos donde no se puede garantizar la distancia mínima de seguridad está creando cierta confusión. El hecho de que la norma no dicte la obligatoriedad de llevarla siempre en la calle hace que todavía muchas personas circulan por la vía pública sin mascarilla. Pueden argumentar que cumplen la ley ya que mantienen (o lo intentan) la distancia de dos metros, pero al decidir no llevar puesta la protección provocan la alarma de otras personas que sí llevan la mascarilla.
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