No acaba de entenderse que el gobierno municipal de Vila haya decidido limitar el número de intervenciones en los plenos. Al único miembro de la oposición que trabaja se le limitan el número de preguntas. Y, claro, Villalonga ha estallado. Los reglamentos se tienen que aprobar por consenso, que es lo que hacen en todos los sitios del mundo. Menos en Vila.
La Ley de la Vivienda, otro brindis al sol
La Ley de la Vivienda va camino de convertirse en otro brindis al sol para contentar a los diputados de Po- demos, de la misma forma que lo fue el término de «emergencia habitacional» en el decreto turístico. No hay recursos suficientes para ayudar a las personas desahuciadas. Ni pisos ni dinero. Mientras no se demuestre lo contrario, seguiremos pensando que es una simple quimera.
Los semáforos paritarios de Vila, ¿era una urgencia?
La puesta en marcha de los semáforos paritarios en Vila provocó ayer muchos comentarios en las redes. Si de lo que se trata es de equiparar a hombres y mujeres en la vía pública algunos ciudadanos se preguntaban si era necesario «poner falda a las mujeres». Sin duda, de cualquier asunto se genera un debate, pero ¿era un tema prioritario para la ciudad? ¿O es un simple gesto de cara a la galería?
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