Las imágenes (y ya es la segunda vez) demuestran que en Sant Antoni se sigue haciendo botellón a pesar del anuncio a bombo y platillo, con confusión incluida, de la nueva normativa. Pero una norma que no se aplica no sirve para nada. O la norma era demasiado ambiciosa o, por el contrario, no hay control policial para que se cumpla. Deberían aclararlo.
El consumo de agua puede reducirse
El Ayuntamiento de Santa Eulària ha demostrado que el consumo de agua puede reducirse con medidas efectivas y ambiciosas. Las nuevas infraestructuras y la disminución de los caudales de riego han permitido un ahorro más que considerable en Santa Eulària. De hecho, hay que felicitarse de que este verano no se hayan vivido graves problemas de agua en Eivissa. Toquemos madera.
Algunos sí pueden hacer reformas en la costa
Es más que sorprendente que unos particulares puedan instalar una plataforma para tomar el sol en Platges de Comte, en primera línea de mar, y que además puedan permitirse prohibir a los bañistas que ocupen un lugar que es público. Con este asunto, denunciado en las redes, haría falta una actuación mucho más contundente de la autoridad competente. Es vergonzoso.
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