Algún jefe de prensa de un Ayuntamiento pone horario a su jornada laboral, de 8 a 15 horas, como si un cargo de confianza fuese un funcionario y no tuviese que atender sus obligaciones cuando sea que haya que hacerlo.

La consellera Catalina Cladera fue una de las afectadas por la huelga de taxis en Madrid. Tuvo que ir en metro hasta el Ministerio de Hacienda.