Es Vedrà: un problema de gestión pública.

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La emblemática vista de es Vedrà, uno de los paisajes más icónicos de Ibiza, es algo que muy pocos visitantes quieren perderse. Incluso muchos residentes son incapaces de resistir la tentación de acudir a un lugar precioso –algunos dicen que también mágico–, de una belleza hipnótica. ¿Quién no tiene en sus redes sociales alguna foto disparada desde el mirador de es Vedrà? Yo, desde luego, tengo bastantes, por lo que me abstendré de criticar a quienes sienten que aquellos islotes les atraen y atrapan irremediablemente y van cuando tienen oportunidad.
La decisión de los propietarios de los terrenos donde se encuentra el mirador de impedir el acceso con grandes piedras pone de manifiesto un problema que lleva años sin resolverse: la falta de gestión pública sobre un espacio natural de gran valor patrimonial, medioambiental y paisajístico.

SATURACIÓN
Durante años, el mirador de es Vedrà ha atraído a miles de turistas y residentes que buscan disfrutar de sus espectaculares vistas, especialmente durante la puesta de sol. Pero la afluencia masiva de personas y vehículos genera problemas importantes, como acumulación de basura, tráfico descontrolado y daños ambientales. Y eso cuando no concurren los cafres de turno a poner música o gamberrear de cualquier otra forma.
Ante la ausencia de soluciones por parte de la Administración, los propietarios de los terrenos han tomado la drástica decisión de cerrar los accesos con grandes piedras para evitar la invasión de su propiedad. Muerto el perro, se acabó la rabia.
Esta medida ha causado indignación, ya que impide el acceso a un punto de gran interés natural y turístico de la isla. No obstante, los propietarios han argumentado que no pueden seguir asumiendo la carga de gestionar el flujo constante de visitantes sin apoyo institucional, lo cual es perfectamente comprensible.

RESPONSABILIDAD
El problema de es Vedrà no es un caso aislado, sino un reflejo de la falta de regulación en zonas de alto interés natural y turístico en Ibiza. La responsabilidad de gestionar estos espacios no puede recaer en manos privadas. En este sentido, el Ajuntament de Sant Josep, el Consell d’Eivissa y el Govern balear deben intervenir con urgencia para garantizar un acceso ordenado y sostenible al mirador, como se ha hecho en el faro de Formentor (Mallorca) o en el faro del Cap de Barbaria (Formentera).
Dada la naturaleza del problema, no queda más remedio que establecer restricciones e implementar un acceso regulado, estableciendo caminos delimitados y áreas de estacionamiento controladas para evitar el caos y la invasión de terrenos privados.
Igualmente, se podría convertir el mirador en un punto gestionado por la Administración local o insular, con normas de acceso y mantenimiento adecuado. Y por supuesto, deben implementarse normas estrictas para evitar el deterioro del entorno, con sanciones para quienes dejen residuos o dañen la flora y fauna local.

SOLUCIÓN URGENTE
La situación en es Vedrà es insostenible y lo ve cualquiera que pase por allí. Es necesario establecer una gestión eficiente de los espacios naturales de Ibiza. No es razonable que la carga de manejar el turismo en zonas protegidas recaiga en propietarios particulares. Es responsabilidad de las administraciones garantizar que estos lugares se conserven y se disfruten de manera sostenible.