Realmente resulta cansino tener que ver y leer el rosario de reuniones de mesas, comisiones de estudios y jornadas de trabajo por la problemática de la falta de vivienda a un precio asequible en nuestra Comunidad Autónoma. En todos los casos lo que se hace sistemáticamente es lamentar la situación y crear todo tipo de supuestas formulas de participación social para la aportación de soluciones, reuniendo todo tipo de equipos para coordinar supuestas acciones a tomar por parte de los diversos niveles de la administración pública.

Y todo ello resulta cansino por el simple hecho de que la realidad sigue su propio ritmo y, lo que año tras año se viene constatando es que no solo no mejora nada de lo que supuestamente hay que atacar, sino que los principales problemas que nos atañen, o mejor dicho que nos siguen golpeando, se agravan todavía más.

Esta misma semana ha tenido lugar una reunión de estas que aparecen como setas por todas partes y que supuestamente tuvo como objetivo establecer protocolos y sistemas de colaboración entre las administraciones a la hora de luchar contra todo tipo de intrusismos, pero muy especialmente los que afectan a la vivienda (alquileres turísticos ilegales) y el transporte (taxis piratas entre otros).

Se sigue mareando la perdiz y siguen los gravísimos problemas que de un modo u otro nos afectan todo el año y que se agravan con el inicio de cada temporada estival; para atacarlos lo último que se les ha ocurrido a los responsables políticos, es que para la colaboración efectiva de las diversas administraciones, previamente hay que formar a las policías locales en la detección del intrusismo. Se siguen buscando formulas para la detección de casos de intrusismo, pero en ningún caso se avanza lo suficiente en la aprobación de formulas para acabar con dichos negocios fraudulentos o ilegales. Lo que realmente falta es capacidad y agilidad de la administración en general para luchar de forma efectiva contra esta lacra.

Lo único que se ha hecho hasta la fecha, es incrementar el importe de las diversas sanciones económicas que se aplican a los responsables de dichas actividades ilegales; incremento que por otra parte no está sirviendo en absoluto para disuadir a los que vienen actuando al margen de la ley, de que dejen de hacerlo. En la mayoría de casos les sigue pareciendo lo suficientemente rentable hacer frente a una sanción económica, ya que pueden seguir obteniendo sus ingresos al mantener dicha actividad ilícita sin grandes obstáculos reales.

En las dos áreas de intrusismo que siempre dicen que preocupan y hay que atajar, transporte y vivienda, podemos señalar situaciones que demuestran la absoluta falta de efectividad de la lucha que se ha mantenido y por lo que veo, se sigue manteniendo hasta la fecha. En cuanto al transporte, más concretamente en el asunto del taxi pirata, baste recordar lo sucedido el pasado verano de 2024; verano en el que los falsos taxistas campaban por la terminal de llegadas en el aeropuerto, como si estuvieran en el salón de sus casas. Mientras las administraciones seguían reuniéndose para mostrar su preocupación, que por supuesto no sirvió para nada. Ninguna de las administraciones a pesar de los anuncios de cámaras instaladas, de controles periódicos a la salida del aeropuerto o de un mostrador informativo en la terminal, ha conseguido el menor resultado positivo de todo ello, los piratas cada vez tienen más control de la situación y menos temor a las consecuencias de su actividad ilegal.

En cuanto a la vivienda, por parte de un portavoz de una compañía de autocares de la isla, se han hecho unas declaraciones esta misma semana sobre las dificultades que tienen para encontrar vivienda para sus empleados durante el verano, ofreciendo datos muy claros sobre los desorbitados precios de las citadas viviendas. Se reconoce que esta próxima temporada 2025, las dificultades serán mayores que la pasada, reconociendo implícitamente que nada ha mejorado en este aspecto. Van a pagar un mínimo de 2.000 euros por una vivienda de 2 habitaciones y no les queda más remedio que pagarlos, ya que de otro modo no podrían cubrir la plantilla necesaria para prestar el servicio.

Una cosa es segura, casi dos años después de las últimas elecciones locales y autonómicas y a pesar del rosario de promesas de cambio que se anunciaron, nada ha mejorado en estos temas y en cambio todo ha ido empeorando. Hasta la fecha no se han podido demostrar avances efectivos en la lucha contra el intrusismo. Veremos para qué servirá un Director Insular de Intrusismo que cobra mucho más que el propio Presidente del Consell, o de que habrán servido hasta la fecha las flamantes medidas contra los abusos inmobiliarios anunciados a bombo y platillo.

Permítanme ser poco optimista de cara a la cada vez más cercana nueva temporada de verano. Seguro que los negocios ilegales y abusivos seguirán aumentando sus ingresos.