"No sé qué médico te habrá operado, pero lo ha hecho de maravilla". Con esta entrañable frase se dirigió el cirujano traumatólogo al paciente que acababa de operar en Can Misses, provocando en el usuario una sonrisa, pero también tranquilidad y seguridad, aunque ese sentimiento de confianza ya tenía un camino recorrido desde hacía semanas. Desde que a este paciente lo ingresaron por primera vez en Can Misses en estos dos últimos meses, la implicación profesional de todos los sanitarios logró que su estancia en el Hospital fuese más llevadera. Una labor que desarrollan con cada uno de los usuarios hospitalizados en Can Misses, ya que muchas de las habitaciones son dobles y pude observar cómo estos profesionales ejercían su labor, pero también cómo ofrecían un soporte más agradable dentro de lo posible durante la estancia y recuperación de los pacientes. Celadores, auxiliares, enfermeras, médicos… todos ellos forman parte de una cadena de trabajo que también es emocional. Se crea durante un periodo de tiempo pequeños momentos de vínculo entre sanitarios y pacientes, logrando a través del lenguaje universal del cuidado una hospitalización más soportable y agradable. Por este motivo, quisiera agradecer al personal de Can Misses su gran implicación diaria, ya que, pese a la falta de recursos, el déficit de sanitarios, la sobrecarga laboral, los problemas de saturación – que afecta a la coordinación entre servicios – y las largas listas de espera para atender a los pacientes, ejercen su trabajo con un compromiso personal irrefutable que permite a los usuarios sentirse siempre acompañados y nunca solos. Precisamente Can Misses también cuenta con la Asociación de Voluntarios Nunca Solos Ibiza, una entidad que escucha a los pacientes ingresados, dando un respiro a las familias que acompañan al usuario en su hospitalización.