Los payeses no son jardineros

La sequía que arrastra Ibiza ha vuelto a poner el foco en el trabajo de los payeses. Una gente que se desvive por sacar provecho de su tierra, sin días libres y ganando cuatro pesetas a duras penas mientras sus pozos se han secado por culpa de quienes han convertido el campo ibicenco en una urbanización diseminada de villas con jardines tropicales y césped para que sus inquilinos puedan andar descalzos. Los campesinos auténticos, los que se ganan la vida de los frutos que les da la tierra, son los primeros interesados en que el agua no se malgaste, pero deberíamos dejar de ser hipócritas y dejar de utilizarlos como excusa. El agua tiene que ser para los agricultores, pero para los payeses de verdad, no para los que ahora le ven las orejas al lobo porque tienen miedo de que el apartamento que hace 20 años había sido un corral ahora lo alquilan a 12.000 euros a la semana en verano pueda quedarse sin agua. A estos últimos, si quieren agua que la vayan a buscar a la desaladora y dejen a los acuíferos respirar. Y a los políticos les recomendaría que dejaran de decir que los payeses son los jardineros de Ibiza. Está claro que son ellos los que mantienen el paisaje de nuestra isla, pero no son los jardineros de nadie. ‘Solo’ están cuidando la tierra que sus antepasados les dejaron en herencia y tanto sacrificio les costó. Lo mejor que pueden hacer para ayudar a estos payeses es consumir sus productos. Ellos y su paladar se lo agradecerán. Y háganlo pronto porque si no reaccionamos pronto estos campesinos no tendrán agua con la que regar sus campos. Y entonces ya será demasiado tarde.