No hay que ser excesivamente severos juzgando al líder –es un decirؘ– de la oposición municipal en Vila. Todo el mundo puede tener un mal día y enzarzarse en una discusión de tráfico, aunque no es muy edificante ver a todo un exalcalde de la capital de la isla y todavía concejal, comportarse como un vulgar matón, amenazando y gritando en plena calle en actitud violenta. Además, es comprensible que Rafa Ruiz esté más nervioso de lo habitual, al conocerse que se ha abierto juicio oral por el conocido como ‘caso Puertos’ y será juzgado por la Audiencia Provincial. Si el PSOE fuese un partido serio y decente, cosa que en los últimos tiempos no aparenta ser, cumpliría su código ético y le pediría a Ruiz la renuncia al acta de edil. Pero no cabe esperar tal cosa, cuando se difunde un comunicado mostrándole todo su apoyo. Ni Ruiz dimitirá ni la FSE-PSOE le reclamará que lo haga, sino todo lo contrario. Él es, a ojos de los socialistas ibicencos, un ejemplo de honradez, honestidad y buen hacer. A este nivel ha llegado el PSOE, que incluso homenajeó a condenados por corrupción en su último congreso federal, ovacionando también a los sospechosos. El exalcalde de Vila debe estar tranquilo y no mostrarse tan iracundo, porque si es inocente, como yo creo que es, será absuelto; y aquí paz y después gloria. Y si no lo es, como cree la Fiscalía Anticorrupción y la jueza Martina Mora, pues tampoco será tan grave porque para eso tiene el carné del PSOE y para eso está el Tribunal Constitucional si hace falta. Lo que no puede exigir el PSOE, aunque lo hace, es que el resto de partidos políticos respalde a su líder caído en desgracia. A Ruiz lo respalda la presunción de inocencia y con eso basta. Ellos, cuando han sido otros los investigados, no respetaron ni eso. De manera que pónganse tranquilos y apliquen el código ético, si es que les queda una pizca de ética. Yo sé que no.
2 comentarios
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Resulta que l’exalcalde Rafa Ruiz, aquell que ens va delectar amb la seva serenitat i savoir-faire durant el seu mandat, ara es dedica a oferir espectacles de carrer dignes d’un drama shakespearià. Qui hauria imaginat que un càrrec públic podria comportar-se com un “vulgar matón”? Però, siguem justos, tothom pot tenir un mal dia. Potser les tensions del “caso Puertos” li han afectat els nervis. I, per descomptat, el PSOE, sempre exemplar en la seva defensa de l’ètica, li brinda tot el seu suport. Perquè, al cap i a la fi, qui som nosaltres per esperar que un partit polític demani responsabilitats als seus membres? Així que, estimat Rafa, tranquil. Si ets innocent, la justícia et donarà la raó. I si no… bé, sempre hi ha un carnet de partit disposat a oferir refugi. Al cap i a la fi, en el gran teatre de la política, tots tenim el nostre paper assignat, oi?
Tápate un poco, PPerpinyá, que da vergüenza ajena leerte.