La muralla de Dalt Vila. | Arguiñe Escandón

El reconocimiento de Eivissa como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco supuso la culminación de un reto colectivo, no solo por la trascendencia medioambiental, cultural y patrimonial para nuestra isla, de incuestionable valor y prestigio internacional, sino también por la relevancia de un gran proyecto en común liderado por los ibicencos, nacido del consenso y del esfuerzo de todos.

Al frente, los alcaldes Fajarnés y Tarrés con los equipos de Pepita Costa y Lourdes Costa, y en el Ministerio de Exteriores, Abel Matutes. Todos ellos comprendieron que los pueblos necesitan, también para progresar, la autoestima de la construcción de algo en común, y lo hicieron con nuestros mejores tesoros patrimoniales, culturales y medioambientales.

Los ibicencos somos conocedores de la singularidad y el valor universal de nuestra isla y la Unesco nos lo reconoció en 1999. La acrópolis de Dalt Vila, las praderas de posidonia oceánica, la necrópolis fenicio-púnica de Puig des Molins y el asentamiento de sa Caleta situaron Eivissa en el mapa mundial patrimonial. Desde entonces, las administraciones públicas, con independencia de su color político, han ido sucesivamente llevando a cabo inversiones y mejoras a través del Consorcio creado a este efecto, además de numerosas iniciativas y proyectos enfocados a la protección de estos bienes.

Ahora que se cumplen 25 años de la distinción, y dando respuesta a una de las peticiones del alcalde de la ciudad de Eivissa, Rafael Triguero, en el Grupo Parlamentario Popular del Congreso hemos pedido al Gobierno la declaración de excepcional interés público de este aniversario, que conlleva incentivos fiscales durante tres años para las entidades, empresas y autónomos que quieran participar en las actividades de la celebración. De esta manera, los agentes que desarrollen actividades en el marco de esta conmemoración, podrán deducirse hasta el 15% de los gastos en la cuota íntegra del Impuesto sobre Sociedades, IRPF, las donaciones al consorcio, así como la bonificación del 95% de las transmisiones sujetas al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados y el Impuesto sobre Actividades Económicas.

En el Partido Popular creemos que este camino lo debemos seguir haciendo entre todos y, en una decidida apuesta por la colaboración público-privada, hemos registrado esta proposición no de ley para que el Gobierno realce esta significativa efeméride que esperamos cuente con la misma ilusión que en 1999 y el mismo respaldo de todos los grupos políticos.

La declaración de Eivissa Patrimonio de la Humanidad fue un éxito, pero es deber de todos dar un nuevo impulso para que lo siga siendo, transmitiendo el sentimiento de orgullo y estima para que perdure entre los ibicencos, y también mostrándolo al mundo y dándolo a conocer a todos aquellos que nos visitan. Reforzando así no sólo un acontecimiento histórico sino el conjunto con una cultura milenaria y la biodiversidad como señas de identidad de nuestro territorio.