Utilizar a los muertos en política debería estar prohibido. Tan indignante es mostrar imágenes de víctimas de ETA en el Congreso como exhibir cada dos por tres la fotografía de Aurora Picornell en el Parlament, como hicieron la ibicenca Pilar Costa y su compañera Mercedes Garrido en sus escaños de la Mesa del Parlament este pasado martes. Este es el planteamiento que hizo este pasado miércoles Josep Castells, portavoz de Més per Menorca, tras los incidentes vividos en el pleno cuando el presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne, expulsó a Costa y Garrido del pleno por no quitarse las camisetas con la fotografía de la joven asesinada durante la Guerra Civil. Decía Castells, y en eso tiene mucha razón, que el PSOE es el único partido que actualmente sigue utilizando la fotografía de Aurora Picornell cada vez que tiene la ocasión de hacerlo. Ellos lo justifican porque dicen que tienen el permiso de los familiares de las víctimas, a diferencia de lo que hace el PP en el Congreso, donde exhiben imágenes de asesinados de ETA sin consultar con nadie.
Más allá de que Le Senne ha dado muestras sobradas de que no está mínimamente preparado para presidir el Parlament, convendría que los socialistas meditasen si seguir utilizando la fotografía de Picornell cada vez que se habla de Memoria Histórica es lo más procedente y oportuno. Como dice el propio Castells, el PSOE es el único partido que está utilizando como material de merchandising la fotografía de la joven mallorquina asesinada por los fascistas para obtener algún rédito político. Cada uno es libre de hacer lo que quiera, por supuesto, pero no creo que la imagen que están dando Pilar Costa y Mercedes Garrido en demasiadas ocasiones sea la más adecuada para dos representantes de la Mesa del Parlament.
En mis 20 años como informador parlamentario nunca hasta ahora había visto a dos miembros de la Mesa actuando de esta manera tan poco institucional, radical, por mucho que Le Senne sea un presidente que no debería seguir ni un minuto más al frente de la Cámara por su incapacidad manifiesta. Si lo que quieren es repetir en las listas van por el buen camino, pero la imagen que quedará para la historia es la que están ofreciendo en muchas sesiones plenarias de la Cámara autonómica.
El tema de las víctimas de la Guerra Civil es muy delicado y daría lugar a muchos debates e interpretaciones, pero no me imagino qué dirían la propia Costa o Garrido si los miembros de la Mesa del Parlament del PP o Vox exhibiesen fotografías de Calvo Sotelo, el líder de la derecha que fue asesinado en plena calle por integrantes de las milicias socialistas. Igual esta parte de la historia que provocó el estallido de la Guerra Civil conviene recordarla de vez en cuando para recordar que víctimas hubo de ambos bandos y que todos podrían usarlas para rentabilizarlas políticamente.
¿Y qué pasaría si el actual conseller Juan Manuel Lafuente mostrase la foto del familiar que fue asesinado en Menorca precisamente por el marido de Aurora Picornell? Sería excesivo, sin duda, aunque todo el mundo sabe que eso no ocurrirá nunca porque Lafuente no utilizará a los muertos como hacen de forma tan repetitiva e innecesaria las dos diputadas socialistas. Dudo mucho incluso que sacar el comodín de las víctimas de la Guerra Civil o de Franco suponga ahora mismo algún rédito político.
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