El portavoz parlamentario del PSIB-PSOE, Iago Negueruela, en rueda de prensa. | Europa Press

Los socialistas pretenden que ni siquiera se investiguen las presuntas corruptelas de la primera dama captadora de fondos, Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez; ni las de su hermano, con una fortuna cuyo origen debe ser aclarado, entre otras cuestiones. El blindaje para no escudriñar en el entorno presidencial se justifica en que los denunciantes son organizaciones de ultraderecha, como Manos Limpias; satélites de Vox, dicen. Pero lo cierto es que ahí anda un juez hurgando donde el PSOE no quiere que nadie curiosee, razón por la que el secretario general se ha querellado contra el juez Peinado. Van descaradamente a por él y siguen sin dar explicaciones de los hechos que se investigan. Sólo ellos pueden señalar dónde hay corrupción y exigir explicaciones que ellos jamás dan. Ahora han denunciado en un juzgado de Ibiza que el PP aprovechó recursos públicos para organizar un mitin y así ahorrarse dinero. Vicent Roselló exige que el PP dé todas las explicaciones ante la Justicia, cosa que ayer tuvo que hacer el presidente insular del PP, el diputado José Vicente Marí Bosó. Eso le sirvió al portavoz parlamentario del PSIB-PSOE, Iago Negueruela, para lanzar insidias contra el PP, acusando al partido y a sus dirigentes de corrupción. Sin embargo, mira tú por dónde, cuando un periodista de un medio digital le preguntó en la sala de prensa del Parlament por un posible caso de nepotismo que, supuestamente, habría protagonizado él mismo al exigir en IB3 ventajas laborales para su pareja y otros jefes de prensa del Pacte, recolocados en el ente público, su respuesta fue negarse a responder a un «no medio de comunicación» y anunciar que ningún socialista respondería a ese medio en cuestión. La pregunta era fácil de responder y la acusación aún más sencilla de desmentir. ¿Por qué no lo hizo? Quizás porque no puede. Mejor hacer como la captadora de fondos; pero Iago no es Begoña.