La vergonzosa reforma del delito de malversación permite robar más sin tener que rendir tantas cuentas, según se lucren los hunos o los otros, los propios de la tribu del carné o terceros escogidos. Define perfectamente a su impulsor y sorprendió mucho en su momento, como diluyente de la ya escasa responsabilidad, pero por allí resoplaba la ballena de la corrupción que quiere irse de rositas socialistas. Y qué decir de la ordenada ausencia de mínimo control en tantos contratos-estafas a dedo durante la pandemia, verdadera plandemia para criminales de altos vuelos, falcon a la vista, que con nula estética saquean las arcas públicas llenas de esfuerzo privado, «ese dinero público que no es de nadie».
Opinión
Algo sabían
También en Opinión
- Las discotecas de Ibiza cuelgan el cartel de ‘sold out’ para los ‘openings’ de este fin de semana
- Vivienda en Ibiza: los municipios valoran ceder solares para caravanas
- Descubre por qué el flaó de Ibiza está tan rico
- El día en que las murallas de Ibiza volvieron a llenarse de ‘sargantanes’
- Dos magistrados resuelven las dudas sobre la ‘okupación’ a policías locales, guardias civiles y policías nacionales de Ibiza
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.