La compañía tabaquera Philip Morris oculto durante 30 años los efectos negativos del tabaco e incluso financió estudios que negasen el peligro de los cigarrillos, posteriormente silenció durante años los riesgos del tabaco en consumidores pasivos. Aún así, pasaron décadas hasta que se identificó el tabaquismo como un grave riesgo para la salud. Salvando las distancias tengo la sensación que está pasando lo mismo con las redes sociales y la salud mental
Un total de 41 fiscales generales de Estados Unidos han presentado una demanda colectiva contra Meta porque consideran intolerable que esta empresa ponga en riesgo la salud mental de los adolescentes. Por si lo desconoces, Meta es el nombre comercial de grupo tecnológico o empresa matriz de Facebook, Instagran, Whatsapp, etc. conglomerado empresarial propiedad del archiconocido Mark Zuckerberg con sede en California.
Esta demanda surge de un informe extenso elaborado por especialistas que argumenta como las redes sociales de este grupo empresarial, no solo, no interpone las medidas necesarias para proteger la protección de los menores, sino que también, están diseñadas para hacer adictos a los menores de edad o que establecen estrategias para manipular a los menores de 13 años para que aumenten su tiempo de uso de pantallas. Al mismo tiempo, la compañía conocía que una exposición alta a sus contenidos puede provocar problemas de salud mental graves. Un documento interno de Meta desvelado por The Wall Street Journal en 2021 afirmaba que el 13,5% de las adolescentes piensan que Instagram empeoran los pensamientos suicidas. El 17% de las niñas también creen que empeoran los desórdenes alimenticios. En esta misma línea, la fiscal de Nueva York, Laetitia James expresaba: «Los niños y adolescentes están sufriendo de niveles récord de problemas de salud mental y las compañías de redes sociales son las culpables». También la fiscal general de California, Rob Bonta: «Hay una montaña de pruebas que muestran que los niños que pasan más tiempo en las redes sociales, tienden a correlacionarse con la depresión, la ansiedad y problemas de imagen corporal".
En España, según recoge un estudio de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU) casi 7 de cada 10 niños de entre 10 y 12 años reconoce tener una red social. Una investigación de la Universidad de Maryland muestra que los menores experimentan un claro ejemplo de abstinencia similar a la adición a las drogas cuando se separan de las redes sociales. Saquen sus propias conclusiones
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