La ansiedad ha sido, hasta ahora, una constante en mi vida. Me gustaría decir que comenzó en algún puesto de trabajo o por culpa de alguna mala relación, pero les mentiría. Me recuerdo bien pequeña, tumbada en la cama sin dormir y con la sensación de que me ahogaba porque, por ejemplo, no podía cumplir con las expectativas o sueños de mis padres. Yo era una buena niña que sacaba notas altísimas y que no daba problemas. Pero escucharles hablar de sus propias frustraciones o esperanzas generaba en mí la sensación de que era mi responsabilidad hacer algo. Y, siendo tan pequeña, no podía. Así que me ahogaba.
Opinión
Ansiedad, una etiqueta
También en Opinión
- La bebida que cada vez se bebe menos y ayuda a reducir el colesterol
- Plazas libres en dos de los destinos más deseados del Imserso
- Así serán los lujosos pisos que Salt Bae está construyendo en Ibiza
- «No sé si será el club más grande del mundo, pero sí el más espectacular»
- ¿Qué supermercados están abiertos este domingo 22 de diciembre en Ibiza?
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Cuando describe la ansiedad como “Yo soy así” y parece minimizarla al afirmar que “Me sigo ahogando, es verdad, pero ahora sé que dura un rato”, podría dar una impresión inexacta de la complejidad de la ansiedad y sus efectos. A pesar de mencionar el Día Mundial de la Salud Mental, no profundiza en la importancia de la conciencia y la lucha contra el estigma en torno a la salud mental, lo cual es un objetivo clave de esta celebración. Entiendo que aborda de manera personal su experiencia y aquí nada que decir.