Marga Prohens en el BNP este pasado miércoles. | Moisés Copa

La presidenta del Govern, Marga Prohens, confirmó en el programa Bona nit Pitiüses de la Televisió d’Eivissa i Formentera (TEF) que, de forma inminente, hoy mismo con toda seguridad, el Consell de Govern aprobará la norma legal que permita precintar y clausurar los pisos que, sin licencia alguna, son alquilados a turistas. La experiencia demuestra que no es suficiente con aplicar sanciones económicas, por cuantiosas que sean, pues el farragoso proceso burocrático sancionador hace que se demore mucho la imposición efectiva de la multa, de forma que el fraude no se detiene cuando se denuncia el hecho, sino que continúa como si nada. Sin embargo, si se clausura el piso y se precinta la entrada de forma cautelar tras la primera inspección y tan pronto se incoa el expediente sancionador, impidiendo que se siga alquilando, entonces los infractores se lo pensarán dos veces, porque no les saldrá a cuenta seguir actuando al margen de la Ley. Sin piso que alquilar a los turistas, no hay negocio. Esta medida, tan eficaz como necesaria, era una demanda largamente planteada por el Consell d’Eivissa que el anterior ejecutivo autonómico de PSOE, Més per Mallorca y Podemos, presidido por Francina Armengol, nunca atendieron. Preferían declarar emergencias habitacionales y zonas tensionadas, antes que actuar eficazmente para remediar la calamitosa falta de vivienda residencial, masivamente dedicada ilícitamente a acoger turistas por días o semanas. Eso se tiene que acabar. Urgía crear los instrumentos jurídicos para impedir que pisos sin permiso se comercialicen por las plataformas digitales para arrendarlos a turistas, de forma que regresen al mercado de alquiler residencial, con la falta que hacen. A partir de ahora, los desaprensivos que opten por saltarse la Ley, serán privados del inmueble. Muerto el perro, se acabó la rabia.