Restos de plásticos en una playa. | Sergei Tokmakov. Pixabay

El problema de la contaminación por plásticos es visible por cualquiera que camine por los caminos de Ibiza y Formentera o por la arena de nuestras playas y, como ya sabemos, este material que tarda cientos de años en degradarse no solo está en el medio terrestre, sino que cada vez está más presente en el mar.

Las consecuencias de la contaminación marina por plásticos afectan de una forma absolutamente nefasta al Mediterráneo y de nosotros y nosotras depende mejorar la situación ya que nuestro país tiene el dudoso honor de ser el segundo país que más plástico vierte al Mediterráneo después de Turquía, según el estudio «Una trampa del plástico. Liberando de plástico el Mediterráneo» de la entidad ambiental WWF. Al mismo tiempo, España es el cuarto país de la UE que más plástico consume.

Por este motivo, es imprescindible que reduzcamos el uso excesivo de este material, y que mejoremos la gestión de residuos especialmente en un lugar como las Pitiusas donde el turismo de masas aumenta la basura marina en un 40% cada verano. El problema es tan significativo que se calcula que en el Mediterráneo el plástico representa el 95% de todos los residuos flotantes. Esto implica un evidente deterioro del entorno marino, una merma en la salud de los ecosistemas y de las personas –ya que los microplásticos entran en la cadena alimentaria amenazando a muchas especies animales, incluida la humana-, problemas en el sector pesquero, y también, una evidente amenaza a la reputación turística de este mar.

Al ser un problema generalizado el de la contaminación por plásticos, es necesario que todas las regiones que bordeamos el Mediterráneo actuemos juntos y de manera coordinada para liberar nuestro mar de esta lacra y para ello, tal y como señala WWF, es urgente trabajar en un acuerdo internacional legalmente vinculante para eliminar el vertido de plásticos a los océanos, al mismo tiempo que, a nivel nacional, trabajamos en llegar al 100% de plásticos reciclados y reutilizables para 2030.

Una forma de lograr estos objetivos comunes es la prohibición de los plásticos de un solo uso, como las bolsas y pajitas. En el caso de Baleares, la Ley de residuos ha establecido un marco óptimo pero todo indica que, por el momento, esta Ley no parece estar cumpliéndose de forma efectiva, por lo que desde IbizaPreservation, como miembros de la alianza Plastic Free Ibiza y Formentera, hacemos un llamamiento urgente a las empresas Pitiusas para que cumplan con la normativa y hagan un uso del plástico sostenible. Para ello, en Plastic Free Balearics estamos ofreciendo hasta 50 certificaciones gratuitas a fin de reconocer a las empresas que trabajan activamente en resolver este problema, y también estamos promoviendo la Iniciativa Global de Turismo y Plásticos de Naciones Unidas que busca un compromiso por parte del sector para preservar nuestro entorno pero, también, para asegurar la viabilidad de sectores como el de la pesca o el turismo que son, de hecho, los sectores económicos clave del Mediterráneo más afectados por esta situación,