Es extraordinaria la cantidad de marineros de agua dulce que acuden al paraíso pitiuso en simulacro navegante. Pero lo peor son los horteras electrónicos, que nunca debieron salir de su pantano mesetario, pues no muestran respeto por la belleza isleña. Se les reconoce por una estela que va haciendo eses (incluso cuando navegan abstemios), la ignorancia de la más elemental cortesía náutica, el gusto desmedido por las motos acuáticas, el baboseo ante un pepino inarmónico con categoría de megayate y, especialmente, por la horripilante música a todo volumen que pinchan a bordo.
Normalmente fondean pegaditos a otra embarcación, o al lado de las casas de la costa, para que el vecindario pueda sufrir la bazofia electrónica con que emulan a esas extrañas criaturas llamadas Djs que mandan en la ruta del bakalao ibicenco. En Córcega directamente los echan con viento fresco o los mandan a pique con toda naturalidad; en las tolerantes Ibiza y Formentera el hartazgo crece y algunos ya preparan frascos de fuego para abordar a unos chacales del mar que destrozan el vals de las olas.
Por supuesto que las abominables barcazas electrónicas (party-boats, se hacen llamar) ofrecen a tales horteras un ejemplo a imitar que tiene efectos peligrosos. Estas barcazas atracan en los puertos ibicencos a un pasaje hooligan estándar y navegan con los altavoces a tope. La mar es una plataforma acústica impresionante y sus ondas se propagan a millas de distancia. Los patrones –me consta que muchos van con tapones en los oídos para no quedarse sordos– debieran tener más respeto por las islas donde hacen su negocio.
1 comentario
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Esta clarisimo Sr. mío, pero es el turismo que ha fomentado y fomenta la isla. No saber tomar decisiones poco electorales, trae estas consecuencias. Turismo de fiesta, borrachera y mal entendido " Luxuri". Mientras una gran parte de la población de las Islas sean o no de Baleares lo pasa mal para llegar a fin de mes. Porque no se publicita en Fitur, la cantidad de asentamientos de la isla de trabajadores que no pueden permitirse pagar un alquiler. Con su pan se lo coman , es una lastima; depues de decenas de años trabajando en esta isla, marcharé cuando me jubile porqué tampoco es para viejos. Seguimos igual