Decenas de jóvenes turistas alemanes borrachos se dedican a saltar de balcón en balcón por la fachada del hotel. | R.S.

Una pelea de más de 50 personas acaba con detenidos y varios heridos en Magaluf». «Cazan a varios turistas borrachos saltando de balcón en balcón en la Platja de Palma». Los lectores de Periódico de Ibiza y Formentera se toparon el lunes con estos dos titulares que pudieran parecer sensacionalistas, pero que demuestran a las claras que en los dos destinos turísticos redimidos gracias al decreto del Govern para erradicar el turismo de excesos y donde gobiernan sin mácula PSOE y Unidas Podemos, también allí, pese a los esfuerzos que tanto sector público como sector privado vienen realizando para que esto no suceda, sigue habiendo lamentables episodios protagonizados por hordas de guiris borrachos que hacen de las suyas, sin importarles las leyes, ni la convivencia, ni la calidad turística, ni lo que pueda decir el conseller de Turismo, Iago Negueruela, ni el cónsul del Reino Unido en Baleares, Lloyd Milen, ni el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, ni el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, ni el sursuncorda.

Admitamos que resulta extraño, porque estos espectáculos que todos repudiamos tengan lugar en otro lugar distinto a Sant Antoni de Portmany, donde, a decir del PSOE y Unidas Podemos, y en especial del concejal de Podemos Fernando Gómez, es únicamente en este municipio donde, no sólo no se combate el turismo de borrachera y excesos, sino que es el PP quien lo favorece. Pero, vaya por dios, que los dos episodios han tenido lugar donde beatíficamente gobierna la izquierda y donde el PP no puede desplegar su diabólico poder. Pero sucede que a estas alturas nadie se traga la mentira de que sólo hay turismo de excesos en Sant Antoni y no en los otros lugares donde gobierna la izquierda. Sólo hay que leer la prensa o darse una vuelta por allí.