Así se encontraba la marquesina hasta este jueves por la mañana. | Marcelo Sastre
No recuerdo bien el año, pero debía de ser entre 1998 y 1999. Convocatoria de rueda de prensa: la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, inaugura un nuevo jardín en el Cabanyal. Yo trabajaba en la desaparecida Canal 9, ahora rebautizada como Àpunt, y hasta el barrio de antiguos pescadores nos dirigimos el cámara y yo para cumplir expediente. Al llegar al punto exacto donde debía de estar el «jardín» nos encontramos con un espacio yermo, seco, ni una planta. Los medios de comunicación que allí estábamos comentábamos la situación entre sorpresa e incredulidad. A los pocos minutos una hilera de coches oficiales negros aparcan en la zona. De uno de ellos baja la flamante alcaldesa con la energía y el desparpajo del que ella hacía gala. Se acerca a nosotros saluda e inmediatamente se da cuenta de la situación. Le cambia la cara, coge el teléfono y con toda la contundencia (que les puedo decir que era mucha) y muchísimo cabreo, hace una llamada: «¡María Jesús (Puchalt, concejala de Parques y Jardines en la época) aquí no hay plantado ni un champiñón!» A los pocos minutos una decena de brigadas con camiones cargados de plantas transformaron la zona ante los ojos de los periodistas en un vergel.
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Muy interesante...., GRACIS,.....Y Y TAMBIII. El Reino Unido ha advertido, en su último informe de inteligencia, de que el Kremlin incrementará “el uso indiscriminado de la fuerza” contra los civiles ante la “ferocidad de la resistencia ucrania”, al tiempo que trata de ocultar las verdaderas acciones y consecuencias de la guerra al público ruso, con un férreo control de los medios. Mientras, los combates han llegado al centro de la ciudad de Mariupol (al sudoeste de Ucrania), el principal puerto en el mar de Azov, mar cuyo acceso Ucrania ha reconocido perder la noche del viernes. Tras 24 días de invasión, la ONU calcula que hay casi 6,5 millones de desplazados internos y otros 3,2 millones de refugiados, en su mayoría huidos a Polonia. En este último país, su primer ministro, Mateusz Morawiecki, ha pedido una ruptura total de las relaciones comerciales entre la UE y Rusia, una idea que está lejos de ser compartida por todos los socios comunitarios, como se teme Bruselas. Esta mañana, el Ministerio de Defensa ruso ha informado del lanzamiento de un misil hipersónico, con el resultado de la destrucción de un almacén subterráneo con armas y munición aérea en la localidad de Deliatin, a 108 kilómetros de la frontera con Rumania. Los misiles hipersónicos pueden alcanzar hasta los 6.000 kilómetros por hora, una tecnología capaz de burlar las defensas antiaéreas en la que Rusia y China han hecho avances en los últimos tiempos. Johnson rechaza un reacercamiento con Putin: "Es el momento de elegir entre la libertad y la opresión" El primer ministro británico, Boris Johnson, ha rechazado este sábado cualquier intento de "normalización" de las relaciones con Rusia tras la invasión de Ucrania, en un discurso ante el congreso de primavera del Partido Conservador, en la localidad costera de Blackpool, al norte del país. Si el presidente Vladímir Putin tiene éxito en su invasión de Ucrania, ha afirmado, dará paso a una "nueva era de intimidación en Europa del este". "Será el fin de toda esperanza de libertad en Georgia y en Moldavia; será una luz verde para los autócratas en Oriente Próximo y en Asia Oriental", ha señalado. "Este es un punto de inflexión para el mundo. Este es un momento de elegir. Una elección entre la libertad y la opresión". Para Johnson, intentar normalizar las relaciones con Rusia, tal y como se hizo tras la invasión de Crimea en 2014, sería "cometer de nuevo el mismo error", porque "un Putin victorioso no se parará en Ucrania". El primer ministro británico ha vuelto a insistir en que el presidente ruso "ha cometido un error catastrófico" al invadir el país vecino, y ha afirmado que el motivo de la ofensiva fue que Putin "temía el ejemplo ucranio, y temía la crítica implícita a si mismo". Y ha proseguido: "Porque en la Rusia de Putin, puedes acabar condenado a 15 años de cárcel por llamar invasión a una invasión. Y si te enfrentas a él en las elecciones acabas envenenado, o te disparan". El primer ministro británico ha definido a Putin como "un camello callejero, alimentando la adicción y creando la dependencia" en el gas y el petróleo rusos. "La guerra de Putin intenta dañar económicamente a Occidente y beneficiarle a él", a través de cada dólar de más en el precio del barril de petróleo.