Decía Jung que la vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir. Ahora que por fin retiran el pasaporte vírico, en Ibiza y Formentera se volverá –al menos legalmente– a vivir de forma más intensa, a respirar mejor. Especialmente en los patios de colegio, donde los niños podrán jugar sin el uniforme de la máscara del Joker. Ya sólo falta que en el patio escolar de los adultos permitan volver a fumar en las terrazas de los bares y restaurantes, cuyos propietarios –y no unos políticos talibanes especialistas en joder la vida de los otros– lo consideren oportuno. La sagrada libertad individual, o sea.
Nudismo facial
También en Opinión
- Esta es la vitamina que ayuda a fortalecer tus huesos y articulaciones
- El drama de la vivienda en Ibiza: «Me han llevado a la indigencia»
- Estos son los ganadores del Concurso Mundial de Arroz de Matanzas de Sant Antoni
- Grivé: «Tenemos mucha gente barriendo en Ibiza pero hacen falta más encargados»
- Sancionada una empresa de seguridad de Sant Josep por ejercer sus funciones de forma irregular
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
... como daño colateral, ya puestos que hay tantos, bien podría ser la pandemia una oportunidad para haber hecho introspección de todo aquello que no echamos en falta durante el covid y podemos aprovechar para prescindir a partir de ahora... las procesiones, por ejemplo... que no vuelvan...