La peste ha sacado fácilmente al lobo que llevamos dentro. La compasión y el sentido común se difuminan en demasiados casos entre la histeria totalitarista, un gobierno incapaz y unas leyes que, aplicadas con máximo rigor, se transforman en la mayor injusticia. El último caso: la expulsión de un catamarán en Espalmador con tres menores a bordo. Bajo amenaza de cárcel (pero sin orden escrita, que eso dejaría mayor constancia de la falta de humanidad burrocrática para anunciar en la próxima feria turística) se les obligó a zarpar un día de mal tiempo rumbo a su puerto de origen en Canadá. Afortunadamente en Cerdeña, que está más cerquita, respetan la sagrada ley del mar y han ofrecido refugio a los navegantes.
¿Suponían un riesgo pitiuso? No, salvo para los groseros dictadores de la política actual o los envidiosos que se pasan el arresto domiciliario soñando denunciar la vida de los otros, como la Stasi del todos iguales, todos jodidos.
Al día siguiente el esperpento continúa y sancionan en Ibiza a voluntarios por donar alimentos a gente necesitada. Por lo visto hay que disponer de licencia administrativa para ayudar a tus semejantes… ¡Toma nísperos progres de ayuntamiento vilero!
Ignoro los somníferos del insomne mentiroso Pedro Sánchez, pero el pacto entre socialistas y podemitas está resultando una pesadilla. España vive el encierro más duro de Europa y las libertades se han suprimido peligrosamente, corral de cabestros al que le cuesta pensar las diferencias territoriales y no considera la educación más allá de la propaganda. Los políticos no confían en la responsabilidad de sus ciudadanos y viceversa. Hay miedo a la libertad y amenaza un estallido social.
3 comentarios
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Menos mal que por lo menos haya una sección "Opinión" para poder expresarse libremente. Yo, Jorge, comparto la tuya y el balance del poder de opinar. Lo increíble es que los países con confinamiento mucho menos estricto tienen 1) menos muertes por cada 1.000 habitantes, y 2) tasas de mortalidad más bajas que España. Recuerdo a los lectores que de los 22.900 muertos casi 14.000 son ancianos en sus residencias. Que de los 224.000 contagios, 39.000 son sanitarios. El peligro del Covid-19 para toda la población es una exageración por parte del Gobierno para justificar su estado de alarma, el confinamiento y abuso de poder, su falta de atención a los ancianos y su falta de preparación a nivel de compra de material para los sanitarios. "La Gran Mentira" desboradrá al sistema jurídico durante mucho tiempo.
Sí, Montojo, sí. Lo que tú digas... En Cerdeña seguro que los canadienses y sus niños estarán mejor que en s'Espalmador. Ley del mar? Me parto de risa contigo. Cuando se trata de refugiados e inmigrantes no hay ley del mar que valga ni se te ve escribir nada al respecto sobre humanidad. Estallido social? Eso es lo que a un agorero pájaro de mal agüero como tú está esperando que suceda para regocijarse con la desgracia de los demás... Se te ve mucho el plumero.
... miedo a la libertad de expresión de Valtonyc, de Willy Toledo, de Cassandra y demás tuiteros, de los titiriteros, miedo a la libertad de Catalunya, miedos que antes no se entendían, pues vivíamos en una normalidad total... ahora no hay normalidad, hay una pandemia y estamos confinados, no porque nos obligue un estado represor, sino porque hemos entendido que la ciudadanía ha de ser responsable para ayudar a nuestros responsables políticos, sanitarios y científicos a gestionar lo mejor posible esta situación extraordinaria... por eso, que un yate se salte las normas de confinamiento y a un señor que quiera ayudar y al que se le dice que siga los protocolos, no es falta de libertad, es falta de seny, y como tal se tiene que gestionar, y todo el mundo lo entiende, no se hacen rabietas infantiles, sino que todos aportamos y censuramos a quienes quieren ir por libre... ya lo harán cuando volvamos a la normalidad...