Horas antes de la comparecencia de Carles Puigdemont en el Parlament de Cataluña, Josep Borrell dijo que preveía que el presidente catalán iba a evitar la tragedia pero iba a seguir con la comedia. Lo clavó. El discurso fue un amplio memorial de agravios -algunos de los cuales se podrían suscribir porque son historia- en el que, sin embargo, no se vislumbró la mínima autocrítica. Asistimos a una especie de «puigverdad», que como todas las verdades con prefijo suelen ser como poco medias verdades. Pero eso no era lo más importante. La ciudadanía esperaba ver si, después de haberse saltado todas las leyes del Estado al que representa en Cataluña y en virtud de las cuales es presidente, iba a incumplir también sus propias normas, suspendidas por el Tribunal Constitucional pero que él considera las Tablas de Moisés. La fundamental, la Ley de Referéndum que ordena declarar la independencia en 48 horas si tras proclamarse los resultados «oficiales» el sí hubiese ganado. Eso sucedió el viernes pasado.
OPINIÓN | Isaías Lafuente
La puigverdad
12/10/17 3:58
También en Opinión
- Govern y sindicatos acuerdan que las auxiliares de enfermería cobren un plus de 196 euros al mes
- Daniel Esteve avisa a una presunta estafadora de alquileres en Ibiza: «Esta semana dormirás en la p...playa»
- Descubre cómo era Ibiza entre 1950 y 1980 a través de la mirada de Oriol Maspons
- El antiguo parque acuático Aqualandia en Ibiza se convertirá en Clap House
- Revientan la torre de sa Sal Rossa en Ibiza
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
MENYS AMENACES DE PRESÓ I MÉS DIÀLEG!