Está claro que la actual recesión económica está afectando de lleno al 80% de las economías domésticas. Los elevados tipos de interés, la evolución al alza del IPC y la progresiva pérdida del poder adquisitivo por este incremento de costes mensuales, está provocando auténticos dramas personales y financieros en las familias. El hecho en sí, es que las familias de las Islas nunca habían estado como hasta ahora tan endeudadas, dándose el caso de que asumen el coste de dos y hasta tres créditos. La crisis actual no afecta sólo a sectores como la construcción o, en menor medida, el turismo, sino que la +familia, que es un motor importante en la economía, padece también por la actual coyuntura. Para ellas se deberían también plantear actuaciones desde las administraciones para mitigar la adversidad financiera en la que se encuentran inmersas. Si se preven planes para otros sectores, no se deben dejar de lado las economías domésticas. ¿Qué solución están adoptando algunas familias para poder llegar a final de mes? Una de las soluciones más delicadas y complejas es la reunificación de deudas. Expertos financieros, ante esta compleja dinámica, alertan del riesgo que puede suponer para las economías de las familias la reunificación de créditos, dado que aglutinar las deudas en una sola cuota puede representar a largo plazo un verdadero quebranto para las economías domésticas. El negocio consiste en ofrecer al cliente una rebaja de las cuotas mensuales que debe pagar al banco por sus distintos créditos -hipotecas, préstamos personales, tarjetas de crédito- y unificarlas en una sola, a cambio de comisiones e intereses elevados. Hasta aquí, todo normal, pero el problema surge cuando éstas operaciones no se hacen a través del propio banco del cliente o empresas serias, sino que se acude a algunas de las empresas intermediarias que cobran comisiones desorbitadas que rayan la usura.