El secretario general del Partido Popular, Àngel Acebes, descartó ayer, en declaraciones a los medios de comunicación, la convocatoria de un congreso regional extraordinario en Balears para resolver la falta de liderazgo provocado por la retirada de su, todavía, presidente, Jaume Matas.

Acebes ha querido transmitir una sensación de normalidad a la actual situación del PP balear, un análisis que resulta difícil de asimilar habida cuenta de los serios problemas internos que vive la formación conservadora desde que fue desbancada del poder en las principales instituciones de Balears por la coalición de centroizquierda, a pesar de haber obtenido el respaldo de la mayoría de los votantes en las elecciones del 27 de mayo.

La salida de Jaume Matas ha dejado la dirección del Partido Popular en una fórmula bicéfala entre su secretario general, José María Rodríguez, y la coordinadora Rosa Estaràs "que además ejerce de portavoz del grupo parlamentario", una organización que no logra estabilizar la estrategia del principal partido de la oposición que, además, aglutinó hasta el 47 por ciento de los votos en los pasados comicios autonómicos.

Todos los indicios apuntan a que, según el calendario más previsible, el congreso regional del PP balear "a tenor de las declaraciones de Acebes" no tendría lugar hasta el otoño de 2008. El plazo se antoja excesivo cuando, de manera más o menos soterrada, algunos de sus dirigentes ya han iniciado la carrera por la sucesión de Matas.

El futuro del Partido Popular en Balears da la impresión que lleva camino de quedar sometido a los intereses de su dirección nacional "preocupada por las elecciones generales", una opción que puede generar una batalla interna de final impredecible.