Miles de personas se concentraron ayer en la Plaça Major de Palma para participar en el acto central de la Diada per la Llengua i l'Autogovern. Lo de menos es si eran 30.000, como dicen los organizadores, o 8.000 como calcula la Policía Local. Las fotos no engañan. Había mucha gente, más que en años anteriores. Es satisfactorio comprobar que, un año más, se ha celebrado con éxito la fiesta de la lengua propia de estas Islas, una lengua cooficial, pero que recibe ataques por parte de grupos anticatalanistas so pretexto de defender el bilingüismo, y no suficiente apoyo, en ocasiones, por parte de las administraciones que deben hacer cumplir la Llei de Normalització Lingüística.

Celebrar la Diada per la Llengua a escasas semanas de las elecciones autonómicas y municipales comportaba un evidente riesgo de politización que, salvo casos muy esporádicos, no se ha dado. No tenía que ser, ni ha sido, un acto contra el Govern del PP, pero es significativo que el PP ha sido el único partido ausente en la Diada. El Govern de Jaume Matas y el PP balear deberían reflexionar acerca de su postura respecto a la lengua catalana y perder ciertos miedos. Por fortuna para todos, y pese a los intentos de unos pocos, el PP balear no sigue los pasos de sus colegas de la Comunitat Valenciana. Pero no basta. En cuestiones de lengua no debería haber diferencias entre los partidos. La Diada debería dejar de ser reivindicativa, cuando el catalán esté en igualdad de condiciones con el castellano, y ser una celebración lúdica en homenaje a la lengua de nuestros mayores.

Pero no era el lingüístico el único argumento que movilizó a ayer a esos miles de mallorquines. También se reivindicaba eAutogovern. Gracias a muchas manifestaciones como la de ayer, Balears ha conseguido, en el nuevo Estatut, unas cuotas de autogobierno jamás alcanzadas hasta ahora. No se ha conseguido todo lo que algunos pedían, pero no cabe duda de que el nuevo texto estatutario ofrece muchas posibilidades avanzar en este tan necesario autogobierno que va tan unido a la defensa de la lengua propia.