El president del Govern balear, Jaume Matas, hizo, en el que será su último discurso en un debate de política general de la Comunitat Autònoma en esta legislatura, un balance positivo de la gestión del Ejecutivo, dando especial relevancia a la recuperación del mercado turístico y a la sensible mejora registrada por los datos de empleo en las Islas. Además, argumentó el compromiso programático de su partido para defender la política viaria que ha llevado a cabo. Y, como sorpresa de la jornada, lanzó la idea de proponer al Ministerio de Fomento una modificación de los precios de los vuelos interislas para situarlos en 27'5 euros más las tasas (unos 30 euros en total) en lugar de los 82 actuales.

Como es natural, la oposición, en sus primeras valoraciones, ha criticado el discurso de Jaume Matas por diferentes razones, desde la postura de Unió Mallorquina que considera que no mira hacia al futuro, a la de la socialista Francina Armengol, que le acusa de «vender humo». En cualquier caso estamos ante una primera exposición que, como viene siendo habitual, ha estado teñida de un cierto triunfalismo y no se aprecia en ella la menor de las autocríticas. Y, si bien es cierto que existen aspectos notablemente positivos en la gestión de los últimos cuatro años, también es verdad que se han producido algunas lagunas a las que convendría hacer frente.

Por lo que se refiere a la propuesta concreta de los vuelos interinsulares, sería enormemente positivo, ya que redundaría en beneficio de los ciudadanos de Balears; pero, por desgracia, podemos encontrarnos ante una propuesta que no tenga visos de prosperar, al depender del Gobierno central, y que se convierta en un arma más de la lucha partidista con vistas a las próximas elecciones autonómicas, que ya están a la vuelta de la esquina.