03/02/06 0:00
TW0

La decisión de otorgar la Medalla de Oro de la Comunitat a las cinco personalidades políticas que han dirigido el destino de Balears desde el final de la dictadura debe reflejar el reconocimiento a la labor prestada en defensa de los intereses de la Comunitat Autònoma. Se pueda alegar que quizá, en el caso de Francesc Antich, un político todavía en activo, es un homenaje prematuro, que tiene más sentido por lo que respecta a ex presidentes ya retirados de la vida política como Jeroni Albertí, Francesc Tutzó, Gabriel Cañellas y Cristòfol Soler.

En sus respectivos discursos de agradecimiento, trazaron una muy interesante visión personal de sus respectivas etapas de gobierno, desde los años de la preautonomía, en la que todo estaba por hacer, hasta los sucesivos gobiernos del PP y, finalmente, el gobierno del Pacte de Progrés.

En un momento político delicado, en el que Balears se plantea una reforma profunda de su Estatut, hay que saber mirar atrás para comprender y valorar el camino recorrido hacia el autogobierno, un camino que ha sido largo, difícil, en algunos sentidos fructífero y, en otros, frustrante. Estos casi treinta años han pasado deprisa y en ellos se han materializado muchos logros que antes hubieran sido impensables, aunque a día de hoy el tiempo transcurrido y los cambios experimentados en lo social y económico nos obliguen a soñar con nuevas metas y retos que afrontar.

Dejando de lado ideologías, lo cierto es que Albertí, Tutzó, Cañellas, Soler y Antich, con sus diferentes estilos, han cumplido un muy meritorio papel institucional, y sus respectivos mandatos, aunque tuvieron, lógicamente, sus luces y sus sombras, merecen el respeto de todos los ciudadanos.

Han pasado los años y el tiempo transcurrido nos ofrece una visión menos tensa de la historia política más reciente. Las viejas heridas, inevitables en la lucha política, han cicatrizado. Lo que hoy se valora y se premia es su dedicación y su entrega. Y la de cuantos colaboraron con ellos en los diferentes gobiernos. Balears se honra a sí misma premiando a sus ex presidentes.