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El encuentro entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del Govern balear, Jaume Matas, parece haber sido útil para que ambos líderes, durante tres horas, establecieran un diálogo que puede resultar muy positivo para los intereses de las Islas. En este sentido hay que valorar el nuevo convenio de carreteras que ejecutarían los consells insulars, la inversión de seis millones de euros en estudios de viabilidad de nuevas líneas ferroviarias, o el compromiso de convocar la Mesa del Transporte para analizar las deficiencias del transporte aéreo, en especial, desde Eivissa y Menorca.

Aunque tampoco hay que obviar algunas diferencias, como el hecho de que el Ejecutivo autonómico no piensa retirar el contencioso por el anterior convenio de carreteras acordado con el anterior Gobierno del PP si el Ministerio de Fomento no reconduce su postura y mantiene esas inversiones en los términos en los que habían sido suscritas. O la intención de que el Ejecutivo central se implique en inversiones ferroviarias concretas.

En cualquier caso, bueno es que se haya producido el encuentro y que José Luis Rodríguez Zapatero haya sido el primer presidente español que visita el Consolat de Mar de forma oficial. Como también hay que valorar de forma muy notable que Balears se sitúe de nuevo en primera línea de la información nacional e internacional por acoger la primera reunión del proyecto de Alianza de Civilizaciones, iniciativa del presidente del Gobierno que cuenta con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas.

Ahora bien, con todo, las expectativas abiertas en todas estas materias deben concretarse para que los ciudadanos de las Islas se vean, por fin, beneficiados en asuntos cotidianos, como los transportes públicos y la red viaria. Y, por otra parte, en otro nivel, que el proyecto de Alianza de Civilizaciones se traduzca en medidas concretas que permitan afrontar el futuro en paz y sin las tensiones de la guerra o las acciones terroristas.