El Gobierno vasco ha decidido no suspender la manifestación convocada para mañana en Bilbao porque no ve elementos objetivos que justifiquen la prohibición. De hecho, la ilegalizada Batasuna no ha convocado oficialmente la movilización, tal y como ocurrió el pasado día 14 en San Sebastián y que motivó la negativa de la Justicia vasca a dar el visto bueno a la marcha.

Esta manifestación está convocada por un grupo de ciudadanos, entre los que se encuentra un antiguo dirigente de la Mesa Nacional de HB. Tal vez esté encargada por Batasuna. De hecho, comparte el mismo lema que expuso en la movilización de San Sebastián («Ahora el pueblo, ahora la paz»), donde sí estaba detrás. Ayer, la ilegalizada formación política ya advirtió a los periodistas que no iba a responder a la pregunta de si respaldaba expresamente la concentración de mañana. No quiere darle al Tribunal Superior de Justicia vasco el argumento que necesita.

Batasuna no es una formación política como las demás, y en el caso de que esté detrás de la marcha, el Gobierno lo sabe. Desde el punto de vista legal, todo está en orden. Está claro que debe primar siempre el derecho de los ciudadanos a manifestarse, pero también respetando las reglas del juego y el derecho de la ciudadanía a disfrutar de sus fiestas patronales en paz y sin graves altercados.

Paradójicamente, Batasuna considera adecuados los objetivos de la movilización «en demanda de un proceso de paz». La manifestación debería transcurrir sin incidentes y en paz, algo que el Gobierno no ve muy claro porque ha dado orden de sacar a la calle a la policía vasca.

Confiemos en que no se repitan los graves incidentes y detenciones registrados hace menos de dos semanas en San Sebastián.