La sorpresa del anuncio de un embarazo real ha dado un nuevo cariz a la visita oficial de los príncipes de Asturias a Balears, añadiendo un toque emotivo e ilusionante a un viaje que ya constituía todo un signo de amistad por parte de la Familia Real hacia estas Islas. En el primer día de esta visita, don Felipe y doña Letizia demostraron tres cosas: una, que despiertan la simpatía y el respeto de los ciudadanos (cientos de personas dieron la enhorabuena a los Príncipes); dos, que tienen un buen conocimiento de la historia y la idiosincrasia de nuestra Comunitat (don Felipe alabó la personalidad y la riqueza del patrimonio cultural, lingüístico, artístico y monumental de las Islas); y tres, que se interesan -formulando preguntas- por la realidad social, económica y cultural de Balears (el Heredero pronunció parte de su discurso en un correcto catalán).

En una apretadísima agenda, la pareja -que se ha convertido en protagonista indiscutible de la prensa y los comentarios populares al conocerse la feliz noticia- ha empezado a recorrer nuestras instituciones y a conocer de primera mano las impresiones y preocupaciones de políticos y empresarios.

Los miembros del Govern que compartieron con don Felipe el Consell de Govern extraordinario de ayer destacaron el «conocimiento profundo» del Heredero de la Corona sobre la actualidad de la Comunitat Autònoma y «la gran preocupación» que muestra acerca de nuestros problemas: insularidad, reforma del Estatut, infraestructuras, medio ambiente y sanidad fueron temas candentes que preocupan a los ciudadanos y que fueron tratados en la reunión. Es sin duda una oportunidad de oro para acercar a quien ostentará en el futuro el más alto rango del Estado a la realidad balear, compleja y completa.