La comisión de coordinación encargada de solucionar la ubicación
de la futura depuradora de Eivissa formada por representantes del
Gobierno central, el Govern el Consell y el Ayuntamiento de Eivissa
se reúne esta mañana en el Consell para intentar zanjar de una vez
por todas la polémica del lugar dónde se instalará esta planta.
La polémica que arrastra la construcción de esta nueva planta se
agudizó la pasada semana con el anuncio por parte del Govern de que
la depuradora se construiría en un terreno limítrofe a una zona
protegida (Anei) que está situado a 850 metros del hospital de Can
Misses. Esta alternativa, que no cuenta con el beneplácito del
Ayuntamiento de Eivissa, también ha sido rechazada por los vecinos
y es una de las cinco que se barajan, después de que el Govern
hubiera modificado los criterios para su ubicación, dado que el
municipio de Eivissa, por su pequeña extensión, carecía de las
condiciones necesarias para instalar esta planta. Otras opciones
más válidas en su inicio, como la de un terreno en el municipio de
Santa Eulària o la de construirla junto a la actual, fueron
descartadas por el Consistorio de Santa Eulària, y fue entonces
cuando el Govern tuvo que replantearse otras alternativas.
La ubicación de la depuradora, por desgracia, se ha convertido
más en un pulso político que no en un esfuerzo por tratar de
solucionar los problemas de saneamiento de Eivissa y parte de Santa
Eulària. La polémica está llegando a tal extremo que las
administraciones han olvidado su cometido real: dar servicio a los
ciudadanos, que somos los que con este absurdo enfrentamiento,
pagamos los platos rotos.
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