El más reciente informe del Banco de España aporta una serie de datos interesantes sobre la realidad económica de las familias españolas y, por ende, de las baleares. El lunes conocimos las cifras sobre depósitos en entidades financieras, que no arrojaban resultados demasiado halagüeños para los ciudadanos de estas Islas.

De hecho, cada balear mantiene ingresados en bancos, cajas y cooperativas una media de 14.698 euros (unos dos millones y medio de pesetas), ocupando el octavo lugar del ránking por autonomías. Es decir, que estamos en la mitad de las 17 comunidades, cuando se supone que nuestra renta era, si no la más elevada, sí una de las más altas de España.

Pero no queda ahí la cosa, porque ayer mismo se hacía público otro apartado de ese mismo informe, que revela cómo estamos en cuanto a endeudamiento. Aquí las cifras son todavía más sorprendentes, pues resulta que Balears, con más de 23.000 euros de deuda por persona (casi cuatro millones de pesetas), ocupa el segundo lugar de España, sólo por detrás de Madrid.

Cualquiera puede darse cuenta de que estos datos tienen mucho que ver con el desorbitado precio que la vivienda está alcanzando en algunas ciudades españolas, pues coincide el mapa de pisos caros con el de ciudadanos endeudados: Madrid, Balears, Catalunya, País Vasco...

Y, evidentemente, también puede haber contribuido a esta situación la mayor carestía de la vida en Balears como consecuencia de los costes de la insularidad. Este factor, evidentemente, altera sensiblemente los indicadores económicos y pone de manifiesto de nuevo el agravio comparativo que padecemos los ciudadanos de las Islas con respecto a los del resto del Estado.