Las últimas informaciones publicadas sobre quejas y deficiencias en el transporte escolar obligan a algunas reflexiones y matizaciones. No parece que haya grandes problemas en el transporte escolar subvencionado, el que se corresponde con la enseñanza obligatoria (Primaria y ESO), salvo alguna correcciones de horarios para mejorar el servicio. En concreto, es absurda la situación en el término de Calvià, donde los alumnos que finalizan sus clases a las dos de la tarde deben esperar a sus compañeros que terminan a las tres, para poder utilizar los autocares que les llevan a sus domicilios. No cabe duda de que la empresa concesionaria, que el pasado curso sí estableció dos turnos, debería dar una explicación.

Más problemática es la situación del transporte escolar no subvencionado, que afecta a los alumnos de bachillerato que residen en municipios donde no hay institutos. Tienen razón los padres que solicitan que se mantenga el cobro trimestral -por adelantado- y se oponen al pago anual, un desembolso ciertamente importante e igualmente por adelantado, tal como pretenden este año las empresas. Pero también toda la razón asiste a esas empresas cuando hacen balance de lo ocurrido el pasado curso. Al comienzo del segundo trimestre registraron un descenso en picado del número de alumnos que solicitaban y pagaban el servicio, pero no descendió la ocupación de los vehículos. La explicación era muy sencilla: utilizaban los autocares pero no pagaban. La dificultad que suponía para los conductores un riguroso control en el acceso de los estudiantes permitía que muchos alumnos viajaran gratis al mezclarse con alumnos de ESO.

Tienen razón, pues, los padres y tienen razón las empresas, que no tienen por qué hacer un servicio si alguien no lo paga. Y ahí es cuando deben intervenir la Conselleria d'Educació y los ayuntamientos, que deberían subvencionar el traslado de los alumnos que no tienen el privilegio de contar con un instituto en su pueblo. Si por razón de población no se puede construir un centro escolar, la Administración debe pagar el transporte.