El antiguo problema del transporte sanitario en las Pitiüses vuelve a recobrar triste protagonismo con las últimas denuncias recibidas. La gerencia del Area de Salud de Eivissa y Formentera ha remitido al Ib-Salut una serie de reclamaciones que le han llegado de pacientes que se quejan de las demoras ocasionadas por las ambulancias en servicios programados, es decir pacientes que deben acudir por ejemplo a una rehabilitación y o bien no son recogidos por la ambulancia o ésta llega con demasiado retraso. El problema, que no es nuevo, resurge cuando está a punto de expirar -se producirá a finales de año- el contrato de la empresa concesionaria de este servicio, Ambulancias Insulares, que dejará paso a una nueva empresa adjudicataria, una unión temporal de empresas formada por Lireba y Galeno.

Precisamente, el pasado mes de octubre cuando se procedió a la apertura de plicas para adjudicar el transporte aéreo y terrestre de Balears desde el Ib-Salut se insistió en premiar la calidad sobre la cantidad a la hora de conceder el servicio, debido a que las quejas sobre la actual concesionaria, Ambulancias Insulares, han sido una constante en los últimos años. En esta declaración de intenciones realizada hace dos meses desde el Ib-Salut, y que se completará con un exhaustivo control del 061 de las ambulancias a través de radios y controles vía satélite, debe sustentarse lo que debe ser el transporte sanitario de Balears, un servicio moderno y rápido acorde con las necesidades y peculiaridades del archipiélago. Aquí, en las Pitiüses, la participación en la nueva adjudicataria de Galeno, un centro que fue precintado por Sanitat, ha levantado suspicacias entre la profesión sanitaria porque sus traslados no se hacían de la manera más ortodoxa. Por estos motivos y para que no vuelvan a reproducirse viejos problemas en el transporte sanitario se hace necesario un mayor control y vigilancia desde el Ib-Salut y las autoridades competentes.