El progresivo deterioro de las relaciones entre España y Marruecos presenta un aspecto que tal vez hasta ahora no ha sido suficientemente considerado,y al que el Gobierno de Aznar debería prestar más atención.Nada menos que 800 empresas españolas tienen en este momento intereses en Marruecos,por lo que se teme que la crisis diplomática -y es de desear que el asunto no pase de ahí -pueda causar un cierto deterioro en el negocio. Y estamos hablando de empresas a la cabeza de las cuales figurarían los grandes Bancos de nuestro país,las empresas del Ibex y las de telefonía,lo que permite hacerse una idea del volumen de negocio que podría resentirse en el caso de producirse un empeoramiento en las relaciones.

El comercio con Marruecos de las empresas españolas supone el 50% de las ventas que España realiza en los países del Magreb,siempre atendiendo a las cifras oficiales que maneja el Gobierno de Madrid.España es el segundo cliente de la economía marroquí,puesto que absorbe el 9'6% de sus exportaciones,tan sólo por detrás de un país como Francia que lleva ya tiempo intentando ganar terreno en esta parcela.Por citar algún otro dato igualmente singnificativo,se podría hablar de Marruecos como un cliente privilegiado de la industria militar española,ya que únicamente en el año 2000 Rabat compró a España armamento por valor de ocho millones de euros.

En esferas oficiales se dice que hasta ahora las relaciones comerciales entre los dos países siguen con toda normalidad,no obstante hay que tener en cuenta que este tipo de relaciones siempre suelen ir a remolque de las políticas y aún están demasiado próximos los incidentes que han desencadenado la actual crisis como para que se puedan anotar sus efectos.Haría bien el Gobierno de Madrid en actuar ahora,cuando todavía se está a tiempo,a fin de que nuestros intereses económicos no se vieran seriamente lesionados.En este sentido,como en el político,se está echando en falta diplomacia,y diplomacia de la buena,sin alardes verbales y aún menos,militares.