En vista del tono monótono y monocorde que ha presidido el
debate sobre el estado de la Comunitat en su primera jornada y
parte de la segunda, eran esperadas las palabras de González Ortea,
quien debía poner ayer la nota crítica a ese río de
autocomplacencia por parte de los socios del Pacte de Govern. Un
año más ha quedado claro que el sistema de reparto de tiempos no
funciona cuando gobierna una coalición formada por todos los
partidos menos uno. La oposición, en este caso el PP, está en
inferioridad de condiciones.
La actuación ayer del portavoz parlamentario del PP consiguió,
como era previsible, elevar el tono del debate y poner algunas
dudas y polémicas sobre la mesa.
Pero antes fue el turno de los socios de Antich que, obviamente,
le apoyaron. Solo Grosske y, sobre todo Buades, marcaron algunas
distancias. Maria Antònia Munar, sin tapujos, prefirió «pasar» del
debate. Para ella no era el momento. UM ha conseguido lo que quería
"por el momento" y tenía cosas más importantes que hacer.
Finalmente, González Ortea sacó a relucir las diferencias
existentes en el seno del Pacte y reclamó valentía a la hora de
gobernar, en lugar del «victimismo», además de recordar los
tropiezos que ha tenido el Govern en materia agrícola, turística,
urbanística y de transportes y carreteras.
Ortea estuvo brillante, pero se echó en falta que en su primera
intervención se ciñera al discurso escrito el día anterior y no lo
actualizara a raíz de lo acontecido por la mañana. En la réplica,
Antich volvió a demostrar que se crece en los debates. Con su
habitual estilo populista, ganó en efectividad al sacarse de la
manga un par de ases que hicieron mella en Ortea que, pese a su
destreza dialéctica, tuvo en su contra, además del handicap de no
hablar catalán, el hecho de que el jefe de filas del PP "Matas" no
sea quien se enfrente a Antich. Y, además, que el trabajo de Matas
como ministro pueda ser utilizado para atacar al PP balear.
Por lo demás, no hubo grandes sorpresas. Las mismas cuestiones,
los mismos protagonistas, ... Todo igual.
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