El Parlamento Europeo ha aprobado un informe cuyo objetivo último es la persecución del terrorismo en todo el territorio de la Unión Europea y en el marco de un espacio judicial común. Se trata del conocido como «informe Watson» "su impulsor ha sido el eurodiputado liberal británico Graham Watson", paso previo a una resolución histórica que está ahora pendiente de aprobación por parte del Consejo de Ministros de la Unión.

En sus aspectos más relevantes, el informe establece la conveniencia de unificar la tipificación del delito y las correspondientes penas, suprimir la extradición y reconocer las resoluciones judiciales de cada país, articular una orden europea de busca y captura y, finalmente, hacer posible que el terrorista responda antes del delito más grave, allí donde lo haya perpetrado, que de uno menor. Estamos sin duda ante un proyecto concreto que permitiría la lucha, con carácter integral, de la justicia europea contra un terrorismo que no es un problema de uno u otro país, sino en definitiva de todos.

Casi no es preciso decir que España, como víctima principal de los crímenes de ETA, se ha significado desde tiempo atrás en la consecución de un frente común europeo contra el terrorismo. No obstante, ha sido la convicción de que se trata de una amenaza para todos la que ha llevado a los parlamentarios europeos por gran mayoría "466 votos a favor, 56 en contra y 41 abstenciones" a la aprobación del informe, cuya conversión en medidas en firme inauguraría una nueva era en la lucha antiterrorista. Hace falta ahora que la Comisión Europea encuentre las fórmulas necesarias que hagan posible el que los diferentes Estados incorporen las futuras medidas a adoptar, sin que sea preciso reformar las correspondientes Constituciones. Ése sería el mejor de los casos, pero entendemos que aun si se hicieran imprescindibles retoques constitucionales, debería hacerse todo lo posible para que se llevaran a cabo. Sin el menor género de dudas, el empeño lo vale.