La celebración del Dia de la Terra en las Pitiüses siempre es un buen momento para recordar nuestros orígenes y reivindicar nuestra identidad. Así lo hicieron ayer, y con fuerza, la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, y su hermano el conseller de Interior del Govern, Josep Maria Costa, durante sus discursos institucionales. La tierra, la cultura y la lengua fueron los pilares básicos sobre los que desarrollaron sus discursos y deben ser los tres elementos de referencia de toda esta reivindicación.

El Vuit d'Agost no debe perder nunca este sentimiento de autonomía y de reivindicación por parte de nuestros representantes políticos. Es más, es bueno recordar siempre a Madrid las carencias históricas que debido a la insularidad tienen nuestras islas e incidir en que todavía estamos muy lejos de conseguir esa verdadera identidad de la que gozan otras autonomías. De esta manera, la reclamación del cumplimiento total e inmediato del Régimen Especial de Balears (REB) fue el vehículo que los dos representantes políticos utilizaron para plasmar esta reivindicación. Pero en un acto de esta índole resulta difícil no caer en el discurso político.

Ahí, la presidenta del Consell, en menor medida, y sobre todo el conseller del Govern utilizaron su posición de privilegio para ensalzar las actuaciones progresistas en estos dos últimos años.Una larga parte del discurso de Josep Maria Costa se centró en la actuación de los dos últimos años del Govern (ecotasa, moratorias, etc) llegando a convertir su intervención en algunos momentos en un discurso electoralista. Por otra parte, en el haber de Pilar Costa cabe destacar el reconocimiento que hizo a la figura de Cosme Vidal, primer presidente del Consell y artífice de este legado, que como ensalzó Costa, promovió la declaración del 8 de agosto como las Festes de la Terra.