Israel retoma la guerra y amenaza con una anexión

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Tras la frágil tregua entre Hamás e Israel para detener la guerra en Gaza, el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu ha retomado con más fuerza si cabe los bombardeos y ataques en la franja, donde en un solo día murieron más de trescientos palestinos. Asimismo, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó al Ejército apoderarse de más territorios en Gaza, sin especificar cuáles, y amenazó a Hamás con su anexión a Israel si el grupo islamista no libera a los rehenes judíos que secuestró el 7 de octubre de 2003, cuando los terroristas masacraron a 1.200 israelíes tras abrir más de sesenta agujeros en la barrera que separaba la franja de Israel. Fue la peor tragedia para el pueblo hebreo desde el Holocausto y la población sigue en shock por aquel ataque inesperado. No cabe duda de que esta retórica tan agresiva por parte del Gabinete de Netanyahu responde a que se sienten plenamente respaldados por la nueva Administración norteamericana y, en especial, por el presidente Donald Trump, que es su principal valedor. Sin embargo, una anexión total o parcial de Gaza sería un error histórico que pagarían muy caros los israelíes, cuya imagen en el mundo está muy deteriorada por sus excesos militares.

Gaza es una parte de Palestina

Así pues, ni los estadounidenses ni los israelíes pueden esgrimir el fantasma de la seguridad para justificar la anexión de la franja, que pertenece sin género de dudas a Palestina. El futuro de los dos millones de gazatíes está en juego y ya han sufrido suficiente en esta guerra que parece no tener final.

La contención de Irán

También es cierto que Irán, el auténtico poder regional, debe contenerse a la hora de armar a Hamás, Hizbulá o los rebeldes Hutíes de Yemen. En caso contrario, Teherán corre el peligro de ser atacado por la aviación conjunta de Israel y EEUU, lo que tendría gravísimas consecuencias geopolíticas para la región.