El Consell d’Eivissa es consciente de que el futuro de Ibiza pasa por la sostenibilidad turística. En este sentido, está impulsando medidas como la regulación de entrada de vehículos a Ibiza con la aplicación de una tasa, así como una mesa de diálogo social en la que se abordan temas que preocupan al máximo al conjunto de la ciudadanía, como es la falta de vivienda.
El presidente Vicent Marí defendió en un foro de Exceltur en Madrid la necesidad de regular la entrada de vehículos para, entre otras cosas, reducir la sensación de saturación en los meses centrales de verano, que se caracterizan por colas kilómetricas de coches no sólo en las principales vías de la isla sino también en enclaves naturales, como es Vedrà. El Consell d’Eivissa se ha encontrado de frente a las navieras cuyo principal negocio, además del tráfico de carga pesada y mercancías, viene por el movimiento de coches particulares y, especialmente, por el negocio de los rent a car. En este sentido, Adolfo Utor, presidente de Baleària, lanzó la amenaza velada de que la aplicación de esta tasa de entrada de vehículos a Ibiza podría implicar una reducción de frecuencias y un aumento en los precios de los billetes.
La realidad.
Vicent Marí participó este viernes en la sexta conferencia de presidencias de diputaciones, cabildos y consells de España. En este encuentro, el presidente del Consell d’Eivissa destacó el reto de la convivencia pacífica entre el turismo y los residentes de todo el año, pues el turismos siempre ha sido y será una «fuente de oportunidades» para la isla, lo cual implica que se debe regular «adecuadamente» para evitar que los excesos generen «malestar y rechazo» entre la ciudadanía. Precisamente, uno de los objetivos es conseguir la máxima convivencia pacífica entre turistas y residentes para evitar o disminuir al menos la sensación de saturación. Para ello es necesario impulsar medidas como la aplicación de tasas, además de combatir de manera firme la lucha contra el intrusismo en todas sus variantes, sobre todo la de los pisos que se alquilan a turistas y que merman la oferta de pisos para todo el año para residentes y trabajadores de temporada.
Los retos.
En el horizonte está el reto de consensuar al máximo estas medidas para que haya seguridad jurídica en la aplicación de las mismas. Este consenso se fragua en iniciativas como la mesa de diálogo social, donde están presentes patronales locales y sindicatos. Precisamente, las empresas y patronales deben sumarse al esfuerzo del Consell d’Eivissa por conseguir una isla sostenible turísticamente y que no genere rechazo entre quienes han nacido en ella. Y es que, tal y como ha destacado el presidente Vicent Marí: «El futuro de Ibiza será sostenible o no será».
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