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Este 8M se celebra el Día Internacional de la Mujer, que recuerda el suceso ocurrido en Nueva York en el año 1911 cuando unas mujeres trabajadoras que reivindicaban mejoras laborales quedaron atrapadas en la fábrica y murieron. Ese día la ciudad se tiñó de morado por el color de la tela que estaban trabajando las mujeres en la fábrica. Es una evidencia que desde hace años la celebración del 8M es cada vez más reivindicativa y que se han producido muchos avances. Sin embargo, en la entrevista concedida a Bona Nit Pitiüses (BNP) de TEF, la consellera social, Carolina Escandell, ha advertido que es peligroso dar un paso atrás en igualdad.

Composición pactada hace 40 años.

Escandell prevé que este año pueden darse cita en la marcha del 8M en Ibiza unas 600 personas. Teniendo en cuenta que el pasado año se reunieron 200 personas, todo parece indicar que existe un gran optimismo por esta edición de la celebración del 8M. Escandell recordaba en el programa de la TEF que hace apenas 50 años las mujeres en España necesitaban un permiso de su padre o esposo para abrir una cuenta corriente o incluso para poder viajar. Los avances en medio siglo han sido progresivos, pero aún faltan aspectos por solventar, sobre todo con la presencia de más mujeres en puestos de relevantes.

No politizar.

La lucha en favor de los derechos de las mujeres tiene que ser unánime y sin fisuras. En un día como el 8M deberían quedar atrás las luchas políticas y, sobre todo, los dobles raseros en determinadas cuestiones. La ley del ‘solo sí es sí’ fue una gran chapuza y las reacciones de los movimientos feministas, muy tímidas. Lo mismo ha ocurrido cuando se han conocido recientemente los casos de acoso sexual protagonizados por dirigentes progresistas. En estas cuestiones tan sensibles no deberían valer las simpatías políticas y lamentablemente existe una corriente de opinión que considera que los movimientos feministas están demasiado ligados a las fuerzas de izquierdas y por ello sus reacciones son tan poco reivindicativas. Sigue siendo una asignatura pendiente proteger más a las mujeres que son víctimas de violencia doméstica y buscar fórmulas para que las trabajadoras no tengan obstáculos a la hora de competir con un hombre por un empleo. Por todo ello el 8M sigue siendo tan necesario, pero desde la reivindicación y la unidad.