La titular del Juzgado de Instrucción 3 de Palma ha abierto juicio oral contra 14 personas por la pieza principal del ‘caso Puertos’. La más relevante es la acusación de la Fiscalía que afecta al exalcalde de Vila, Rafa Ruiz, que además ocupaba un puesto en el consejo de administración de la Autoritat Portuària. El fiscal solicita tres años de cárcel para Ruiz, otros 9 años para Joan Gual de Torrella, expresidente de la Autoritat Portuària, y en cambio se pide el archivo de la causa para el abogado ibicenco Josep Maria Costa, exvicepresidente del Club Náutico de Ibiza.
Amaño.
Tanto la acusación pública como la particular sostienen que el concurso del Club Náutico de Ibiza fue amañado. Para ello, alega la Fiscalía, se aplicó el criterio de arraigo con el objetivo de que la concesión del club no cambiase de manos. La instrucción del ‘caso Puertos’ ha sido larga y la jueza ha tenido mucho tiempo para analizar y razonar toda la documentación que se ha podido incautar, además de las investigaciones de la UCO con las conversaciones grabadas entre los implicados y que fueron publicadas en exclusiva por este periódico. Sorprende que un asunto del que algunos decían que no tenía ningún recorrido esté a las puertas del juicio, con acusaciones realmente graves para los implicados.
Situación política.
A partir de ahora los acusados tienen la posibilidad de preparar su defensa y, ante todo, debe respetarse la presunción de inocencia, pero hay que desligar el tema judicial del debate política. Tras la petición de tres años de cárcel para Ruiz es una evidencia que debería dar un paso más y abandonar la política. El PSOE ibicenco, que vive una grave crisis tras el varapalo de las pasadas elecciones municipales, no puede mantener como portavoz en el municipio más importante de la isla a una persona a la que piden tres años de cárcel por el amaño de un concurso. El propio Ruiz debería facilitar las cosas a su propio partido y renunciar. Si gana el pulso judicial ya habrá tiempo para compensarle políticamente, pero su situación ahora mismo es insostenible. Si sigue en el cargo le hará un flaco favor a su propio partido.