La presidenta del Govern, Marga Prohens, anunció en el debate autonómico que la ecotasa subirá en los meses de junio, julio y agosto. Además, dijo Prohens, se rebajará durante los meses de invierno y los residentes podrán recuperar el dinero que paguen cada vez que se alojan en un hotel en Baleares a través del Impuesto de la Renta. En las últimas horas las patronales turísticas se han mostrado en contra de este incremento. En el caso del sector empresarial ibicenco aseguran que el incremento anunciado por Prohens beneficiará a la oferta turística ilegal. «Mientras no se elimine la oferta ilegal no se debería freír a impuestos a la oferta ilegal», señalan.

Masificación

Prohens ha explicado que esta subida de la ecotasa durante los meses de temporada alta tiene como objetivo evitar la masificación turística. Por el contrario, bajarla en invierno pretende activar el turismo y desestacionalizar el sector turístico. También se persigue que el turismo interior de los residentes no tenga ninguna repercusión fiscal. Es decir, que si un mallorquín o un menorquín visitan Ibiza y Formentera en invierno no serán penalizados con la ecotasa. Sin embargo, la medida debería ser más explicada y razonada por parte de la presidenta del Govern.

Consenso

Hace tiempo que la aplicación de la ecotasa dejó de ser motivo de polémica. La sociedad en general ha asumido que los turistas hagan su aportación fiscal para compensar los desequilibrios territoriales que provocan tanta carga poblacional durante algunos meses del    año. Ahora bien, Prohens debe intentar consensuar con los hoteleros esta subida durante los meses de temporada alta ya que ella misma criticaba desde la oposición que el Govern de Armengol actuase desde la imposición y en contra de los sectores empresariales. Ahora tiene tiempo de dar ejemplo y pactar esta subida con los hoteleros. O al menos intentarlo. También los hoteleros deben explicar cómo una subida de un euro o dos por turista puede ser tan perjudicial para el turismo cuando los precios de los alojamientos se han disparado en los últimos años. Todos deben razonar las decisiones que pueden marcar el futuro del turismo de las islas.