Los ciudadanos de Ibiza deben esperar más de cinco meses para poder pasar consulta con un especialista en el hospital Can Misses. Este periódico informaba que los 160 días de media de espera que aguardan los pacientes ibicencos para una consulta es el triple de lo que ocurre en otros hospitales de Baleares. En Formentera tienen más suerte y esperan 89 días una consulta, la mitad que en Ibiza, donde la situación es crítica desde hace tiempo.

En Mallorca.

En hospitales mallorquines como Son Espases los más de 18.000 pacientes que se encuentran en lista de espera deben aguardar 49,57 días para ser atendidos por un especialista. En Son Llàtzer, otro de los hospitales importantes de la isla vecina, la espera es de 60 días, y en el hospital de Menorca el tiempo de demora es de 67 días. La situación de los pacientes es todavía más complicada cuando se está pendiente de una operación quirúrgica. En total, la espera supera los 180 días.

Ponerse al día.

Con el cambio de gobierno ha cambiado positivamente la sanidad en Can Misses, especialmente desde que se tomaron medidas para poder contratar a especialistas en Oncología. En eso coinciden pacientes y sindicatos médicos. La inacción en esta materia del Govern de Armengol ha provocado un daño irreparable para los ciudadanos de Ibiza. Para ponerse al día hace falta mucho tiempo. El problema de fondo es que la sanidad en Ibiza, por distintas circunstancias, ha sido maltratada desde Mallorca. Tener que esperar casi medio año para una consulta externa es una situación inasumible, lo que demuestra que hacen aún más médicos en la isla para todo tipo de especialidades. Los pacientes ibicencos no deberían olvidar que todas las movilizaciones que se realizaron el pasado año fueron claves para que se tomasen en serio los problemas de la sanidad de la isla. Lamentablemente, las protestas son en muchas ocasiones el único recurso para que las administraciones tomen medidas eficaces. Nadie cuestiona que el Govern de Marga Prohens se ha tomado muy en serio los graves problemas de la sanidad ibicenca, pero aún quedan muchas cosas por hacer. Tener una sanidad de segunda división no puede ser ninguna opción.