Desde hace unas semanas, y tras la aprobación de la ley de amnistía, el Gobierno ha iniciado negociaciones bilaterales con ERC para cambiar el sistema de financiación. El objetivo es conseguir los apoyos de la formación independentista para que el socialista Salvador Illa pueda ser elegido presidente de la Generalitat. Y para conseguirlo Sánchez está dispuesto ahora a dar todo lo que pidan los independentistas a cambio de sus votos. El actual sistema de financiación lleva mucho tiempo sin actualizarse, pero debe hacerse con el consenso de todas las comunidades autónomas y no como pretexto para conseguir apoyos que beneficien a Illa. De nuevo, Sánchez es capaz de incumplir sus propios compromisos, y perjudicar a las comunidades gobernadas por el PSOE, para alcanzar sus objetivos partidistas.

La singularidad balear.

Nadie cuestiona que haya que modificar el sistema de financiación. De hecho, las comunidades autónomas hace tiempo que lo reclaman, pero la vicepresidenta económica, María José Montero, ha dado largas a las reivindicaciones autonómicas. Ante esta coyuntura, el Govern debe prepararse para aprovechar la modificación del sistema de financiación y mejorar la singularidad balear. Al igual que Cataluña, Balears es una las autonomías que aporta más a las arcas del Estado en comparación con lo que recibe. A diferencia de Cataluña, Balears es una de las comunidades que menos recibe del Estado históricamente. La insularidad no se compensa lo suficientemente y algunas infraestructuras en Ibiza y Formentera tampoco están a la altura de lo que merecen los ciudadanos.

Negociación a dos bandas.

Lamentablemente es bastante probable que la negociación del nuevo sistema de financiación se haga a dos bandas sin escuchar las reivindicaciones del resto de comunidades autónomas. Es la manera de negociar de Sánchez cada vez que necesita votos, pero en esta ocasión puede tener una fuerte oposición de las autonomías socialistas, que ya han levantado la voz ante los primeros contactos con ERC. Mientras tanto, ibicencos y formenterenses esperan que el nuevo sistema también beneficie sus intereses y es de esperar que la diputada Milena Herrera y el senador Juanjo Ferrer no se plieguen a los intereses de Sánchez.